Prof. MSc. Fidel Miranda Silva
Escritor - Historiador
LA LUCHA CAMPESINA Y LA CONDONACIÓN DE LA DEUDA
La reciente “conquista” de los campesinos referente a la
condonación de deuda, está dando mucho que hablar, para ellos fue un éxito
rotundo y para otras personas, motivos suficientes para “opinar y manifestar
sus análisis socio-político”. Lo que no podemos soslayar la problemática social
existente, no solo en el ámbito del campesinado sino en la sociedad en general,
que atañe a distintos estratos sociales.
Lo que sucede con los “analistas”, lo más probable que
sufren de amnesias u ocasionalmente de “alzhéimer”. No se recuerdan de las
otras grandes condonaciones que el gobierno por medio del Congreso ya ha
otorgado a otros sectores de la sociedad. 84 millones de dólares a
transportistas.[1] 15 mil millones a
azucarera Iturbe.[2] 30 mil dólares para
compras de autobuses ok. a empresarios, 500 en total.[3] 85
millones de dólares perdonados a transportistas.[4]
Además existen antecedentes de varios subsidios otorgados
por el Estado Paraguaya.
Ahora bien, a cada una de estas acciones determina el
modelo político que vive el país. Probablemente que “los analistas
sociopolíticos” no llevan en cuenta ese detalle fundamental que motiva la
reacción de los espectadores.
NO estamos haciendo a la apología de praxis negativas
desde el Gobierno, ni tampoco soslayamos el problema o los problemas sociales
acuciantes que vive el Paraguay.
Sin duda que dentro de los que se hacen llamar
campesinos, existirán también los mimetizados o camuflados, que de hecho
existen en todos los sectores y los estamentos sociales. No por eso que debemos
denigrar la naturaleza del campesino, que al postrer de la historia, todos
provenimos del campo, algunos con mejor suerte y otros relegados por la
discriminación social.
Tal vez los campesinos son los que más unidos reclamaron
sus derechos y los que más alborotos hicieron, sin esas acciones tal vez no se
les hubiera escuchado, no así a los otros sectores que también obtuvieron los
subsidios, pero estos sin mayor esfuerzos. No es para seguir incurriendo en
prácticas de esta naturaleza, sino que sirva de un toque de atención, que
debemos dar prioridad a la problemática social que atañe a sectores más vulnerables,
al sacrificio y a la desidia del sector político.
Todos los sectores deben aunar esfuerzos para que el
Paraguay transite por la senda del progreso y de la equidad social. NO debemos satanizar
acciones realizadas por los más humildes, observando desde el sector de
preferencia. No es suficiente “analizar u opinar” desde las bambalinas. La
lucha por un objetivo colectivo siempre será beneficioso para el desarrollo
social, político y económico de una nación.
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