Prof. MSc. Fidel Miranda Silva
Escritor - Historiador
LA LUCHA DE CLASE EN PARAGUAY
La teoría de la lucha de clases sociales propuesto por
Karl Marx, a mediado del siglo XIX, está tan vigente y presente como en los
albores de “Revolución Industrial”. ¿Qué fue lo que produjo este fenómeno? Que
la clase campesina, aquellos que trabajaban la tierra para la subsistencia
familiar, fueron desplazados al cinturón de la urbe, formando una clase social
inferior al campesino, que en su momento gozaba de dignidad como tal, de la que
fue despojado por el capitalismo, por medio de la esclavitud y de la alienación.
Si bien es cierto que esta propuesta de igualdad entre el
sector capitalista y el sector obrero, trajo aparejado una ideología que hasta
hoy persiste y es motivo de debate en el ámbito académico. Lo que resaltamos de
esa propuesta es la lucha del campesinado paraguayo, por un derecho que ellos
creen justo y socialmente aceptable. Siempre tendrán sus detractores,
atendiendo que afecta “la paz social” de los que “gozan” la clase acomodada.
Salir a la calle en grupo cohesionado, protestando o
pidiendo un derecho conculcado, objeto de una “revolución industrial mecanizada”,
es sinónimo de coraje y valor, llevando la frente en alto, sabiendo que serán
objetos de burlas, escarnios e inclusive de afrenta, entre ellos algunos se
convertirán en mártires de la causa. Justo o no, el pedido de la
reivindicación, debe ser atendible en el mismo ámbito de cualquier sector que
fueron atendidos con resultados positivos, sin que ningún sector social haya
rasgado la vestidura a consecuencia.
Errores de gobernantes anteriores, debe ser corregido por
los que están actualmente en el Poder. La tierra es de quien la trabaja; sin
embargo las tierras de las que trabajan son absorbidas por el capitalismo
salvaje y galopante, cuya consecuencia los campesinos son rezagados en la
franja de la pobreza de la urbe, aumentando el índice de la pobreza social. Es
necesario en la actualidad un replanteo de la tan mencionada “reforma agraria”.
Volver a colonizar nuestra tierra para atender la necesidad social de este
sector tan marginado y olvidado. Si el campo florece, la abundancia permea a
todos los sectores sociales.
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