Prof. Fidel Miranda Silva
Mcs. Historiador - Escritor
El
Mensú
Alto Paraná, inhóspita selva virgen hacia donde nace el Sol;
es lo único que se sabía acerca de éste suelo patrio guaraní. En ella, abrigaba
la espesura del bosque tropical, donde la luna gemía al abrigo del tajy,
clamando al cielo por la tala del Mensú, ¡ni siquiera se sabía la codicia de
los taita guazú!, y a poco, devastaron la riqueza del ka’aguy guazú.
Era el paso del Mensú a grandes zancadas, enlutando al mita guazú,
que allá a lo lejos dejara el “arriero”, para venir a derramar su sangre, dejar
su vida y su esperanza, por una promesa del karai guazú. Mensú, palabra mágica
que ejercía poder sobre los obrajeros que anhelaban un mañana mejor. Los
díceres he’ í; heta upépe pirapire, ¡Jaháque
lo mita ñamba’apo!, se hacían liga unos
a otros, buscando un mejor porvenir.
Nadie sabía el destino de los que venían rumbeando la selva
virgen del Alto Paraná. Nunca volvieron a su terruño, para dar noticias a sus
seres queridos; lo único que se sabia, que las jangadas del Tajy, el Cedro y el
Yvyraro, eran los que corrían río abajo por el Monday, Acaray y el rumoroso
Paraná, rumbeando en lontananza para nunca volver, ¡Oh madre selva del Alto
Paraná! grita la patria vejada por Alica y sus capangas, que nunca supieron
piedad, y se alzaron con la riqueza de la madre natura, a costa del sudor y la sangre
del Mensú.
El Mensú; tétrico y arrogante, se yergue imponente en el
este del país, ¡Alto Paraná! ¿Qué has hecho de mis hijos? grita la madre
patria, ¡Devuélveme a aquellos que gimen en tu tierra, con su sangre derramada
por el porvenir de una familia feliz! ¡Además de desangrarme, privas a mis
hijos que habiten libremente bajo la sombra de mi selva guaraní!
¡Alto Paraná! grita el Mensú, ¡Líbrame de mis opresores,
cobíjame bajo tu sombra, para que los gringos no nos dañen. ¡Alto Paraná! con
la bravura del río que lleva tu nombre, hoy tu selva se ha librado de los
malvados akã guazú, abre pues tus puertas para darnos luz de esperanza, a poco
de lo que fuera el ayer, y trae contigo un brillo en el horizonte, a esta gran
Ciudad.
Ahí está tu hijo, ¡Oh selva bendita guaraní!, con el grito
estentóreo, al amanecer te saludo Alto Paraná. El arriero y el minero se
confunden en su andar y con la frente erguida, forjan el camino hacía el
progreso y para el futuro de nuestra querida Ciudad. Puerto Presidente
Strossner, cuna de esperanza de una gran nación, imponente se yergue la
grandeza del puente de la
Amistad , Itaipú florido nda ijojahái.
Ciudad
del Estepe eñehenói, era moderna ndaje upeva, pero umi yryvu guazú, ñande rehe
okarúva, na ñanderejáitaramo pytu’uhape,
iporavénte a jevy che rapykuerére en la época del Mensú. Apevénte amoñe’eta
yby ahaýhuva Alto Paraná,
hi’anga’u chéve rohecha jevy,
Ciudad Jardín ramo reminbipa, ha pe kuarahy reséme, ko’e ko’ere, vy’a pavépe torohecha.
fmirandasilva@gmail.com
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