Prof. MSc. Fidel Miranda Silva
Historiador - Escritor
ULISES Y EL CANTO DE LAS SIRENAS
“Calipso la Diosa del Mar” le
atrapó a “Ulises” le dejó preso; quien fue buscado afanosamente por “Prometeo
Dios del Fuego”, para calmar a sus amigos y familiares; tenía la intención de
devolverle sano y salvo. Muchos creían que Ulises había muerto, no sabían que
apenas fue prisionero de la diosa, quien tiene a su cargo todas las fuerzas
para atrapar a quien quiera. Ya no importa los fueros de los dioses, una vez convencida
conforme la gravedad del caso, obra en consecuencia dejando a cargo de “Themis,
diosa de la justicia” el caso de cada uno de los infractores.
Ínterin que se “capturó a Ulises”,
fueron buscados incansablemente a otros reos quienes quebrantaron también a la
diosa “Themis” y en particular a Zeus. Aquellos fueron encontrados culpables de
los hechos del cual fueron inculpados, inclusive, llevado al estrado de ella.
Pero con los “ojos de Zeus” fueron apartados para que esta se centre en “Ulises”.
Era conocido y apreciado por sus vecinos, estos esperaron que vuelva a su casa.
A su regreso, indefectiblemente debía pasar el lugar de las Sirenas, que con
sus cantos ensordecedores cautivan a cualquier mortal.
A consecuencia, “Themis y Zeus”
se olvidaron de los otros acusados, porque si “Ulises” vuelve a su hogar, va a
ser acosado por el canto de las Sirenas y lo más probable que no llegue a
destino, por eso es mejor acallar a “Ulises” y dejar a los otros, en particular
a las “ballenas azules” libres para seguir participando del gran baile, y a consecuencia, no podrán escuchar lo que pasa del otro lado
de la orilla del “Mar”. Es necesario tenerlo atrapado a “Ulises” y decirle “a
su esposa Penélope” que él había muerto.
Existen varios pretendientes
que quieren ocupar su lugar, Penélope era muy codiciada por las pretensiones de
los foráneos, a pesar que uno está muy próximo a conquistar el lugar de Ulises.
Este es manejado por “Bacon” que está latente para participar de una fiesta
dionisiaca. Sin embargo, los vecinos se preguntan, ¿Qué pasó de los peces más
gordos que estuvieron a punto de ser pescado, aquellos que infringieron todas las
normas de los dioses y sus súbditos? ¿Aquel otro que fue el causante del
apresamiento de Ulises? Aquellos otros que también tienen cuentas pendientes con
“Themis y Zeus en el Partenón y en la Acrópolis”.
Apenas es un cuento mitológico,
cualquier coincidencia con la realidad, es mera casualidad.
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