Prof. MSc. Fidel Miranda Silva
Historiador - Escritor
EL LADRÓN SE ASUSTA DEL CORRUPTO
En otras épocas el ladrón,
cuando se les pillaba en su fechoría, sentía vergüenza; del vecino, de su
pariente, de la sociedad y de su familia. En la actualidad la vergüenza ya no le
ruboriza ni a uno ni a otro. En nuestra sociedad moderna, el ladrón es sinónimo
de corrupto y viceversa, sin embargo, se les consideran “honorables”. El
corrupto es tan ladrón y el ladrón es tan corrupto que ya no se distinguen entre
sí. Estos adjetivos, ya no son patrimonio exclusivo de delincuentes que viven
al margen de la ley.
En la actualidad, los que
fungen de legisladores que son los que elaboran la ley para castigar a estos
marginales, dictan leyes también para protegerlos, conocido como la “ley de auto
blindaje”. Es un caparazón para proteger a los ladrones y bandidos “legales”.
Los legisladores están para observar la aplicación de las normas, que castigan
a los que infringen la ley. Sin embargo, los ladrones y corruptos, están
enquistados en los Poderes del Estado, con protección y blindaje.
Estos ladrones, delincuentes y
bandidos vestidos con corbatas, son todos de la misma calaña, se protegen
mutuamente para que sigan robando el erario público inclusive, no se dan cuenta
que el cuarto Poder, que es el pueblo, ya está hastiado de la burla asquerosa
de estos delincuentes “legales” que esquilman los intereses ciudadanos. El voto
popular es la herramienta para que la ciudadanía la transfiera la investidura
del Poder, y lastimosamente no existe una ley igual para revocar ese mandato,
sin embargo, existen armas más poderosas para derribar uno a uno, a estos
malandros que se aprovecharon la lista sábana para abroquelarse en el Poder.
Los ladrones legislativos
tienen nombres y apellidos, que están pendientes de culpas con la justicia. Los
más de 50 legisladores consiguieron salvarle a uno de sus iguales, pero la
presión ciudadana fue superior, el efecto fue irreversible. Esta actitud
ciudadana debe continuar. NO nos olvidemos que existen otros ladrones con
investiduras de fueros; el caso de Óscar González Daher, Oviedo Matto, Víctor
Bogado, Enzo Cardozo, Javier Zacarías Irún, Carlos Portillos, Zalim Buzarqui y
otros, todos de las mismas calañas. Estos deben ser pasibles del peso de la
ley.
La juventud, la ciudadanía en
general, algunos empresarios, estudiantes universitarios, dueños de negocios,
etc. ya no se cruzan de las manos y aceptan a estos buitres que por mucho
tiempo han quebrantados la equidad social, creando privilegios exacerbados con
relación al común, inclusive se tomaron el tupe de decir que ellos no son
personas comunes, como si fuera que son alienígenas con superpoderes. Ahora la
gente se va a ir a las casas de estos ladrones, cazándolos como a ratas, para extirpar
del estrato social como una casta privilegiada.
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