Prof. MSc. Fidel Miranda Silva
Historiador - Escritor
La Ley de “Paridad”
El
concepto de paridad es igualar un objeto o producto con otro, que sean
similares o iguales; el caso de lo que pretende la “Ley de Paridad”, es igualar
a la mujer con el varón. La igualdad, de hecho existe en todos los ámbitos, que
la propia ley del Derecho lo contempla. (Igualdad de oportunidades) inclusive
hubo mujeres sobresalientes en toda la época de la historia del Paraguay, por
citar algunas: Juana María de Lara, Las hermanas Speratti, Adela y Celsa,
Josefina Pla, Carmen Casco de Lara Castro, Julia Miranda Cueto de Estigarribia,
y otras mujeres contemporáneas.
Es
decir, que sin ninguna Ley, las mujeres siempre fueron destacadas y protagonistas
en la vida cotidiana del Paraguay. Al promulgar una Ley que supuestamente le
iguala a la mujer con el varón, más bien es una discriminación de género (Diglosia
social) Esta ley en vez de igualar, genera una brecha y una lucha entre ellas
por ocupar un espacio político en la función pública, sin tener en cuenta la
capacidad individual, la idoneidad, etc. etc.
En todo
caso, la ley lo va a nivelar a la bajeza más corrupta de los varones que ocupan
cargos públicos. Porque en esencia eso es lo que pretende implementar la ley,
que las mujeres ocupen un espacio en el ámbito político. De hecho que desde hace
tiempo, vienen ocupando espacios laborales en todos los sectores de las
instituciones públicas del país, son magistradas, ministros de los poderes del
estado, miembros del poder legislativo, funcionarias destacadas de ministerios
de salud, de la niñez, acción social, docentes universitarios, colegios,
escuelas, etc. etc.
¿Acaso
con la ley que se pretende implementar, va a mejorar la calidad de vida de
ellas? Lo más probable que no, es posible que no se note la diferencia entre el
varón y la mujer en el ámbito político social, más que lo mismo. Para
dignificar a las mujeres, no se necesita de una “ley de paridad”, lo que se
necesita es una política pública inclusiva, en donde todos los ciudadanos
puedan tener igualdad de condiciones, sin ninguna restricciones que la
idoneidad para tal cargo. Inclusive, hoy todos los ciudadanos son discriminados
por su edad, (Varones y mujeres) por su condición social, religión o filiación
política, lo menos que se mira es la idoneidad, la capacidad y la formación
académica.
Cuando
las personas van pasando los 50 años de edad, en el ámbito laboral, al igual
que la mujer y el varón, son discriminados y marginados, dejados de lado como
un despojo humano, teniendo que mendigar para subsistir, porque el país, como
protector de sus habitantes, no tiene una política pública que proteja a estas
personas en la edad más vulnerable. ¿De qué ley estamos hablando? Lo que se
pretende es maquillar la falencia de los políticos corruptos, que supuestamente
al darle “mayor participación a las mujeres” se va a solucionar los problemas
sociales.
Lo que
los habitantes del Paraguay, varones, mujeres y niños necesitan que los
gobernantes tengan la capacidad de gestión, de brindar una respuesta valedera y
sostenible, para que los paraguayos puedan pensar en salir del fango de la
pobreza, extrema pobreza, de la mendicidad, de la corrupción y luchar por
ocupar un puesto interesante en el ranking mundial del concierto de las
naciones. En dignidad, calidad de vida, vivienda digna para los habitantes,
acceso a una educación de calidad, a la salud integral gratuita, etc. Ninguna “LEY·
hará que el paraguayo viva dignamente, sin una gestión de calidad de sus
gobernantes.
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