Prof. Mcs. Fidel Miranda Silva
Historiador - Escritor
TRÁFICO, FICCIÓN Y REALIDAD
En la década del 90 en las salas de cine acaparaban las
películas que hacían alusión a la guerra. Los espectadores chicos y grandes,
acudían a deleitarse con pasión de los largometrajes que desarrollaban escenas inverosímiles,
referente a los combates bélicos: Rambo, Terminator, Chuck Norris, etc. Obviamente
que las armas utilizadas en esas escenas eran de tecnología inferior, a lo que
hoy se exhiben por las películas que vemos en el siglo XXI.
El reciente acontecimiento acaecido en la frontera entre
Paraguay y Brasil, en una guerra de verdad entre el hampa, ha dejado al desnudo,
que esas armas son realidades y no ficción, dejó en zozobra a toda una
población, muertos y heridos y aprehendidos.
Los medios de comunicaciones en general, han dimensionados
una y varias veces en sus noticieros centrales, escritas, televisivas y
radiales. Algunos “rasgándose las vestiduras” ante tal situación. “Los
analistas expertos” emitirán sus opiniones que finalmente el culpable es el
gobierno. Que supuestamente sale al desnudo la inoperancia de la fuerza
pública. Sencillamente terminará en opiniones dispares y se archivará el hecho.
Las armas de guerras
efectivamente fueron inventadas
para usarlas en contra de la vida del hombre. El dominio territorial de
los más fuertes, será marcado por las sangres derramadas de cientos de miles de
inocentes en todo el mundo. En la actualidad la carrera armamentista es una
competencia mundial, cada día se inventas armas
más sofisticadas. La inversión de los países primer mundista supera
varias veces con relación a la erradicación de la extrema pobreza, que en
consecuencia avanza en proporción geométrica a nivel mundial, Paraguay no se
escapa de esa realidad.
Lo más probable que este hecho en días más, pasará a engrosar
el archivo de la historia, que difícilmente será desenterrada para su análisis
posterior y tratar de erradicar el flagelo del mal. Ante situaciones de esta
naturaleza, los poderes del estado están comprometidos en su totalidad, como
actores detrás de las bambalinas. En corto tiempo más la amnesia tomará cuenta
de los neuromas mentales y todo quedará al olvido.
Podemos concluir, con varios adjetivos descalificativos y
calificativos, que de ser así o asá no ocurriría tal situación. Lo que no
podemos soslayar, que las armas fueron fabricadas para su comercialización y
para usarla. La prueba, hechos de esta naturaleza suceden en varias partes del
mundo a diarios.
¡Es apena un comentario de un espectador más! El hampa, los
tráficos de armas y estupefacientes, y la venta ilegal de las armas seguirán
tan vigente. Los que cambiaran son los actores de cine y de la realidad social.