ELECCIONES VERSUS VOTACIÓN Y EL PUEBLO – PARTE 2

Prof. Mcs. Fidel Miranda Silva
Historiador - Escritor

ELECCIONES VERSUS VOTACIÓN Y EL PUEBLO – PARTE 2

El común de la gente manifiesta en sus comentarios diarios, en especial cuando está próximo a las elecciones de nuevas autoridades, “EL PUEBLO NO ELIGE, EL PUEBLO VOTA” La verdad que la categoría sociológica de “PUEBLO” no es válido como un parámetro para medir el termómetro político eleccionario. La razón que este segmento social no está imbuido de la categoría de ciudadano. Este debe estar munido de algunos requisitos fundamentales. Estar inscripto en el Registro Cívico Nacional; este es una obligación, si cumple con este, puede exigir sus derechos.

Esos derechos solamente se puede exigir cundo se es ciudadano. Es decir que hemos participado en la instalación o en contra de las nuevas autoridades que fueron electas. La diferencia entre VOTAR Y ELEGIR, dista uno de otro, sin embargo el elector no tiene la posibilidad del segundo. La opción que le queda es “VOTAR”. Ante esta situación, el que dice ser ciudadano ya no acude a sufragar, sencillamente manifiesta ¿PARA QUÉ ELLA ES LA QUE VA A GANAR OTRA VEZ? Al no tener la opción de elegir, prefiere quedarse en su casa. Con esta actitud su pierde su derecho de ciudadanía.

Si no participas en los actos cívicos que es propio de un ciudadano, no será posible ningún tipo de cambio de autoridades, en particular para mejorar la condición de vida de propios y extraños. Ante esta situación siempre la minoría decidirá el futuro por la mayoría, mientras que debería ser a la inversa.

Dentro del sistema del campo político se ha enquistado la corrupción, manejándose como institución, cuyos administradores se convierten “EN MODELOS Y LÍDERES E IMPOLUTOS”, formando círculos de élites que manejan las instituciones como suyos. Con estas actitudes reafirman su condición como tal, por la falta de participación de la ciudadanía en el proceso de elección de autoridades. Además se ufanan que fueron electas por la mayoría. Lo que no especifican, qué clase de mayoría son las que las que le votaron. El 25% del total del electorado fueron los que decidieron por el resto del 75%.

Algunos dirán que es por la falta de motivación. Probablemente. ¿Qué más motivación se necesita para acudir masivamente a sufragar, viendo las barbaries cometidas por el CLAN, que maneja el SISTEMA POLÍTICO EN CDE? Han dilapidado la economía de la ciudad, han enajenados bienes públicos, horondamente ostentan riquezas esquilmadas del ciudadano esteño. Esclavizan a los funcionarios públicos, les privan del derecho fundamental de pagarles sus haberes correspondientes fruto del trabajo. ¿Qué más motivación se necesita?  

LOS SEMÁFOROS EN CDE.

EL SEMÁFORO Y EL TRÁNSITO AUTOMOTOR EN CDE.

¿Para qué sirven los semáforos? En los países civilizados rige la regla de tránsito de los vehículos y de los transeúntes, en los cruces de las calles y avenidas, sobre todo en los lugares más peligrosos. Ciudad del Este, por su movimiento comercial y densidad poblacional, se encuentra al mismo nivel de cualquier ciudad de los países de referencia, es decir, aquí también hubiera servido para los mismos fines mencionados.

Es interesante observar en esas esquinas, en donde hacen más de diez años se colocaron esos aparatos obsoletos, parecidos a los que funcionan como tales. En la época, el intendente de turno Guillermo Campusano se ufanaba de haber adquirido esas chatarras, que del otro lado ya no servían. Entre paréntesis, fue uno de los grandes negociados. “Este gran logro supuestamente dio paso a la modernidad de nuestra ciudad”. A partir de la instalación, nunca cumplieron sus cometidos como debieran, hasta hoy. El funcionamiento de las cosas o la aplicación de las normas jurídicas, para que la regla de tránsito se cumpla, jamás les interesaron a las autoridades de turno, llámense  intendente o concejales.

En esas esquinas y como ejemplo, en el único lugar que algunas veces titilan esas lucecitas en colores, verde, rojo y medio amarillo; avenida Pionero del Este en toda su dimensión, y en particular con el cruce de “Concejal Romero”. Para reforzar a esa luces de colores que de vez en cuando indican el paso de un lado y del otro lado, el conductor debe adivinar, qué hacer en esos momentos. De vez en cuando en esos lugares están apostados algunos mal llamado policías de tránsitos, que más bien son extorsionadores y recaudadores para la Corona. Además en ese mismo cruce, existen carteles que indican no girar a la izquierda. “El cruce está bien protegido para el tránsito automotor y los peatones”.

El peligro en los cruces es inmensamente peligroso, en particular para los peatones. Cuando los conductores de los vehículos llegan a esos lugares debe agudizar los sentidos de la vista y del oído, porque constituir un desafía a la vida.

¿Cuánto cuesta un semáforo “INTELIGENTE”? o ¿Cuánto hacen o dicen que cuesta? Con los semáforos inservibles que instalan las autoridades municipales dejan entrever falencias y corrupciones. A pesar que este último adjetivo ya es común para calificar las gestiones de las mismas. Con todo el peligro que representa estos cruces, la ciudadanía se muestra indolente, pasivo y permisivo de todos los males que comenten estas “GENTUZAS” en uso de “sus atribuciones dictatoriales”.

Ahora debemos esperar otro cinco año más, para pretender el famoso cambio que creímos que daba en este 2015. Sin embargo la ley de la reelección de promulgó en el 2014 y no es retroactivo, es decir, por la desidia de las autoridades legislativa y por la gente, que no va a sufragar demostrando en las urnas sus descontentos, aún tenemos para rato el manipuleo del SISTEMA por el CLAN.

Lástima por mi pueblo, por mí y por mi familia.   

ELECCIONES VERSUS VOTACIÓN Y EL PUEBLO.

ELECCIONES VERSUS VOTACIÓN Y EL PUEBLO – PARTE 1

Existe un deseo de la clase proletariado en general, que sus autoridades puedan ser meritorios representantes de él. El objetivo es tener una vida digna, un mejor pasar durante su estadía de paso por este planeta, en especial Paraguay y en particular Ciudad del Este. Acceso a la salud, educación y sobre todo un trabajo que le sirva para concretar esos deseos. Este último, elemental en la vida del hombre.

De la misma forma piensan los de la clase media, que dicho sea de paso está en etapa de extinción, “por obra y magia de nuestras autoridades”. Entre uno y otro sector, las necesidades comunes son acuciantes, el primero lo manifiesta más abiertamente y el segundo en forma subrepticia. Dando a entender que todo está bien. Lo más probable que sus recursos financieros son de mayor proporción, con mayor facilidad acceden a créditos financieros y de esa forma van paliando la situación, hipotecando el fruto de su trabajo durante varios años. Mientras  que el otro es limitado y por lo general tiene vedado acceder a esos créditos financieros del primero.

Algunas de estas personas del segundo segmento social, tuvieron la posibilidad de acceder a cargos electivos u administrativos por medio del Poder Político, y vertiginosamente han elevado sus condiciones socio-económicas, gozando de una movilidad social ascendente que le sitúa en primera clase. La del “RICO”. Por lo general, estas son las personas que “administran” las instituciones públicas, erigiéndose “en líderes políticos”. Que frecuentemente se presentan otra vez a buscar las reelecciones para otro periodo más.

Lastimosamente el SISTEMA POLÍTICO ES PERVERSO. Es permisivo, para que  cualesquiera, que en el proceso eleccionario obstruyan la transparencia del acto en sí, no sea castigada y procesada, conforme dicta el mandato de la ley en cuestión. Los jueces que se encargan de juzgar la legalidad del acto, no lo hacen conforme a Derecho, sino conforme a las voluntades de los políticos que manejan ese “SISTEMA”.

El agravante del tema. Las personas que se sintieron agraviadas por el manoseo indiscriminado de las autoridades judiciales, se manifiestan exigiendo mínimo respeto y transparencia en el manejo del escrutinio electoral. Estas personas están investidas de autoridades por los votos “de los que fueron perjudicados”, en contrapartida utilizan la fuerza, amparado en la ley, para reprender y castigar a los que exigen transparencias. Bajo la atenta mirada de los que verdaderamente infringen la ley. En este aspecto, el ciudadano se siente degradado a la categoría de “pueblo” perdiendo todo derecho que le asiste las garantías constitucionales.